Y si tan siquiera muero cuando rie, muero cuando sonrie, cuando muere de la risa. Estalla mi sonrisa cuando escucho su voz, cuando siento su melodia y cuando canto su rima. Cuando pienso no pienso, y si dejo de pensar, vuelvo a pensar de nuevo, y todo se enrieda en un maldito juego de palabras. Pienso de tal manera o de tal otra pero al cabo no se ni de que pienso, será de algo, de nada, pensaré? es sólo mi inconciente que actua sin comandos? Dejo de interactuar con cosas extrañas y me miro al espejo, no veo nada ni siquiera mi propio rostro, es un vidrio con grietas que solo grita por desesperacion, doloroso y calmo. Las hojas de los árboles que no paran un segundo de rebolotear entre ellas y armar sonidos equidistantes que superan mi fiebre. Mi angina llegó a tal punto en que la gripe se apodera de mi cuerpo, despacio, muy lento. Termino cayendo pero es sólo un desmayo producto de las alucinaciones de mi mente siniestra que especula cosas sin algun sentido concreto. Se involucra en acentos que ni conoce, en miradas que jamás entendió, un alma ciega. Confusa me levanto despierto de un malentendido de palabras, de pensamientos bilaterales, de desarraigos indistintos que tironean de aqui para allá. Que alguien me diga que estoy haciendo acá parada con los ojos cerrados, con la vista nula y con el sentido perdido.