La incisión, hendidura poco profunda en la mano, no cicatrizó. Perdí mucha sangre y justo en este momento, yo no estaba preparada. Era lo único que completaria el ciclo del dolor, cicatrizaría pero no ahora, no justo cuando más lo necesitaba. Que tonta fui, perder el control, una cuchilla filosa, y yo al filo. Ironía maldita que atosiga mi mente, mi alma y mis instintos. Brutal y sensacional pero no agradable. Cuestiones hipócritas de una vida más, chocolates derretidos en lacenas de un tiempo atras.