Creeme si te digo que te quiero, pero este sentimiento va mucho mas allá que eso. No me creas si te digo que te amo porque para sentirlo habrán tenido que pasar ya unos cuantos años. Creeme si te digo que me gustas porque realmente sería una locura obviarte con disculpas. No me creas si te digo que me dueles porque sinceramente soy yo quien debe rehacerse. Si me crees no lo digas con un sí, sólo analiza tu mirada y especula si puedo entrar en ti. Si no me crees no lo hagas con un no, solo dime un te quiero y que esto no se acabó.